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Por Dra. Katie Brown, doctora en Medicina
Distensión abdominal: es la sensación desagradable y a veces dolorosa de aumento de la presión abdominal. Para muchos, la distensión abdominal es la consecuencia normal de una comida con abundantes legumbres y otros alimentos que producen gases. Sin embargo, para algunos, la distensión abdominal es muy frecuente y sus efectos son molestos, e incluso debilitantes.
En este artículo se analizan las principales causas de la distensión abdominal y se analizan las pruebas que respaldan los tratamientos naturales.
La distensión abdominal, que suele achacarse al exceso de gases, tiene una explicación más amplia. Es cierto que los gases desempeñan un papel importante, pero hay otros factores que pueden provocar la sensación desagradable de distensión abdominal.
¿Se ha preguntado alguna vez de dónde proceden los gases de nuestro aparato digestivo? Aunque es posible que una parte provenga de la ingestión, sobre todo si se toman bebidas gaseosas o se masca chicle, la mayor parte de los gases que causan distensión abdominal problemática se originan en el microbioma intestinal. Este ecosistema complejo de bacterias que vive en nuestro intestino grueso se alimenta de los restos no digeridos de nuestra comida mediante un proceso llamado fermentación, liberando gases como el metano como subproducto.
Imagínese un embotellamiento en una autopista con mucho tráfico. Cuando el proceso digestivo se ralentiza, la acumulación resultante puede ejercer presión sobre el estómago o la pared intestinal, provocando una sensación de distensión.
En determinadas afecciones, como el síndrome del intestino irritable (SII), la distensión abdominal no se debe solo a la presión. Los nervios viscerales, que son los que se encargan de transmitir las sensaciones del intestino al cerebro, pueden volverse hipersensibles y provocar molestias incluso en ausencia de un exceso de gases o residuos.
Ahora que sabe por qué se produce la sensación de distensión abdominal, profundicemos en sus causas más comunes y analicemos estrategias para aliviarla.
Los cientos de bacterias que viven en nuestro sistema digestivo coexisten en un ecosistema complejo con nosotros y entre sí. Cada especie evoluciona para digerir compuestos muy específicos, y lo que desayunamos determina la siguiente generación de bacterias que se encargarán del almuerzo.
Alterar la alimentación, aunque sea un poco, puede provocar ondas expansivas en esta comunidad, lo que se traduce en un aumento de los gases y la distensión abdominal. Para fortalecer el intestino contra las molestias desagradables de un microbioma mal preparado, dé prioridad a la diversidad. Al igual que en un ecosistema terrestre, la reducción de la diversidad hace que el sistema sea frágil y propenso a los desequilibrios.
Para cultivar un microbioma resistente, consuma una amplia variedad de alimentos vegetales ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas. La palabra clave aquí es variedad. A diferencia de un suplemento de fibra monótono, la diversidad de fibras favorece la existencia de una amplia variedad de bacterias. Incorpore estos alimentos ricos en fibra de forma gradual, de modo que su microbioma disponga del tiempo necesario para adaptarse y prosperar.
Por muy útil que sea una dieta a base de plantas para mantener una comunidad diversa de bacterias, el aumento de fibra en la dieta no sustituye a las especies bacterianas que ya se han extinguido.
Aunque los probióticos pueden ayudar a aliviar la distensión abdominal cuando se toman a diario, no aumentan la diversidad del microbioma a largo plazo. Por el contrario, la mejor manera de repoblar el intestino con una variedad de especies bacterianas es seguir una dieta rica en alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi, las verduras fermentadas, el yogur, la kombucha y el kéfir. Si compra estos productos en el supermercado, elija productos no pasteurizados y que todavía tengan cultivos vivos activos, o considere la posibilidad de fermentarlos usted mismo en casa.
Por lo general, sus buenas bacterias intestinales se encargan de atrapar lo que su sistema digestivo pasa por alto, por lo que cualquier problema que provoque un aumento de la cantidad de partículas de alimentos no digeridos que pasan a través del intestino delgado dará lugar a un exceso de gases y molestias. La acidez estomacal insuficiente es una de las principales causas, pero suele pasar desapercibida.
Casi una cuarta parte de la población mundial toma medicamentos contra la acidez que desacidifican el estómago, lo que la expone a una mala digestión. Según un estudio, el 43 % de los sujetos que tomaban un inhibidor de la bomba de protones (IBP) sufrían distensión abdominal tras solo 8 semanas de tratamiento. La edad también parece influir, ya que los adultos mayores tardan más tiempo en volver a acidificar el estómago después de una comida.
Para aumentar de forma natural la acidez estomacal, considere la posibilidad de incorporar amargos digestivos. Su sabor amargo estimula al estómago a segregar más ácido. Asimismo, los alimentos amargos, como las hojas de diente de león, pueden incorporarse a las comidas para facilitar la digestión. Sin embargo, si está tomando un IBP, como el omeprazol (Nexium), sería conveniente aumentar directamente la acidez estomacal antes de una comida. La betaína HCl es un ácido encapsulado que, cuando se toma antes de una comida, aumenta la acidez estomacal de forma temporal. No obstante, hay que tener cuidado, ya que las personas con úlceras estomacales o intestinales no deben consumir betaína HCl.
Es probable que una de las causas más conocidas de la distensión abdominal sea la lactosa, un azúcar que solo se encuentra en los productos lácteos. Aproximadamente el 68 % de la población adulta mundial carece de la enzima necesaria para descomponer este azúcar, lo que la hace propensa a la diarrea y la distensión abdominal cuando el festín de lactosa llega a su microbioma.
Mitigar la distensión inducida por la lactosa implica un consumo estratégico. Restringir la ingesta de lácteos a unos 2 vasos de leche al día, o su equivalente en otros productos lácteos, y distribuirla a lo largo del día puede reducir los síntomas. También puede optar por productos lácteos como el yogur griego o los quesos duros, que contienen relativamente poca lactosa y mucho calcio.
Sin embargo, si la tentación de un vaso grande de leche o una bola de helado le atrae demasiado, la administración de suplementos de enzima lactasa podría resultar útil. La lactasa, la enzima que descompone la lactosa, puede tomarse en forma de píldora o líquido para predigerir este azúcar complejo y convertirlo en una forma que podamos absorber. Aunque hay pruebas fehacientes de que la lactasa puede ser útil, los resultados varían mucho de una marca a otra, así que es posible que haya que experimentar un poco.
La distensión abdominal suele acompañar al ciclo menstrual y también puede persistir después de la menopausia. La razón principal parece ser hormonal, aunque el mecanismo exacto sigue sin estar claro. Hacer frente a esta variante de la distensión abdominal puede resultar complicado.
En el ámbito de los remedios a base de plantas, el sauzgatillo (Vitex agnus castus) se perfila como un candidato prometedor. En algunos estudios sobre el síndrome premenstrual (SPM), el sauzgatillo resultó eficaz contra la distensión abdominal, pero no en otros.
La buena noticia es que el sauzgatillo resultó ser eficaz para otros síntomas del SPM y, en general, tuvo una buena tolerancia, lo que lo convierte en una opción que merece la pena analizar, sobre todo si busca alivio para diversos síntomas del SPM.
En el diverso mundo de la distensión abdominal, el estrés es un culpable que suele pasarse por alto. Las hormonas del estrés, tanto directamente como a través de sus efectos secundarios, provocan una ralentización del intestino, una mayor sensibilidad de los nervios viscerales y alteraciones en el microbioma intestinal. Estos tres efectos crea un terreno fértil para la desagradable distensión abdominal. El estrés también podría ser la clave de la distensión abdominal que padecen las personas con síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno frecuente en el que se ha demostrado que las técnicas de reducción del estrés son útiles.
Controlar la distensión abdominal relacionada con el estrés puede implicar hacer frente al estrés y mitigar sus efectos secundarios. Por ejemplo, la incorporación de ejercicio suave, la práctica de la respiración diafragmática y el mantenimiento de una buena postura son hábitos cotidianos sencillos y eficaces que facilitan el tránsito de los alimentos a través de los intestinos y ayudan a contrarrestar la lentitud de la motilidad en la distensión inducida por el estrés. El yoga es una forma integral de ejercicio que cumple estos criterios y reduce de forma eficaz el estrés. De hecho, los estudios clínicos avalan el yoga como una intervención eficaz contra los síntomas del síndrome del intestino irritable.
Si se incorpora poco a poco, el suplemento de fibra de cáscara de psilio es otra opción prometedora para ayudar a reducir la distensión abdominal relacionada con un sistema digestivo lento. La cáscara de psilio, a diferencia de muchos otros tipos de fibra, no es fermentada por las bacterias intestinales y es menos probable que produzca un exceso de gases. Puede endurecer las heces blandas, así como tratar el estreñimiento al atraer agua hacia los intestinos. Sus propiedades excepcionales también podrían facilitar la tolerancia de las fuentes de fibra que alimentan a las bacterias intestinales sanas al ralentizar la fermentación y la producción de gases.
En el ámbito de las hierbas medicinales, una combinación de aceite de menta (mentol) y aceite de alcaravea resulta prometedora para tratar la distensión abdominal provocada por la indigestión. La alcaravea cuenta con un largo historial de uso en la medicina popular como ayuda digestiva y la ciencia moderna lo ha corroborado. Al tomarse juntos antes de las comidas, este dúo resulta prometedor para reducir los espasmos y la presión en el estómago y el intestino delgado, aliviando la distensión abdominal después de comer. Para reducir el riesgo de reflujo ácido, se recomienda consumir un suplemento de aceite de menta con recubrimiento entérico para evitar su liberación prematura cerca del esófago.
Dado que las causas de la distensión abdominal son tan diversas, el tratamiento adecuado dependerá del problema de fondo. A partir de este resumen de causas y remedios comunes, le recomiendo que consulte con su médico qué tratamiento es el más adecuado para usted.
Referencias:
