Cuando probamos el té por primera vez, incluso intercambiamos miradas con mi esposo: ¿Qué es esto? Como si bebieras valeriana tibia, e incluso con azúcar (¡hola, regaliz!). Apenas lo dominamos. La próxima vez que las cosas se pusieron más animadas, me gustó más el té. Tienes que dejarlo reposar y enfriar a 40 grados. Luego, la menta, el cardamomo y la rosa, y la acidez de las fresas y la naranja comienzan a abrirse paso a través de la impresionante valeriana con regaliz. El sabor es mucho mejor y más interesante. Cada vez nos gusta más y más. Entonces, finalmente, después de haber probado el té, apenas tuve tiempo de fotografiar los dos paquetes restantes para recordarlos. Estoy muy contento de no haber rechazado el té, sino haberle dado una segunda oportunidad. Además del gusto amado (aunque no de inmediato), también se calma notablemente. Duerme tras él profunda y tranquilamente. Estoy cien por ciento satisfecho con la compra, ahora quiero probar otras variedades de té de esta línea.
