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Por Dr. Michael Murray, médico naturópata
La lisina o L-lisina es un aminoácido esencial, lo quiere decir que no es producido en el cuerpo y debe ser suministrado a través del consumo de alimentos o suplementos.
La L-lisina es como un componente básico para las proteínas del cuerpo, como el colágeno, y es necesaria para la producción de hormonas, anticuerpos y enzimas. También desempeña un papel en el crecimiento y desarrollo, la absorción de calcio, la función adecuada del cerebro, la recuperación de las lesiones y muchos otros procesos corporales. La L-lisina también es convertida en carnitina en el cuerpo, que es necesaria para el transporte de los ácidos grasos a la mitocondria para la producción de energía.
Las mayores concentraciones de L-lisina se encuentran en los alimentos ricos en proteína, como la carne, el pescado y otros alimentos marinos, productos lácteos, soya y nueces y semillas.
Por lo general, una dieta que brinda niveles adecuados de proteína satisfará los requerimientos de L-lisina por parte del cuerpo (aproximadamente 2.5 gramos por día).
En las dietas donde no se obtiene una cantidad adecuada de L-lisina, no basta con solo usar un suplemento de L-lisina. De hecho, en las dietas bajas en proteínas, usar solo suplementos con L-lisina reduce aún más la calidad proteica de la dieta1. Por lo tanto, no se recomienda el uso de suplementos con L-lisina para las personas que consumen una dieta baja en proteínas.
En cambio, se recomiendan los suplementos que brindan todos los aminoácidos esenciales o fuentes proteicas de alta calidad como el lactosuero o la clara de huevo para estas personas.
El uso de suplementos con L-lisina podría ofrecer beneficios en cinco aplicaciones.
Hay dos tipos de virus del herpes simple (HSV): el tipo 1 (HSV-1), a menudo es el causante de las úlceras bucales (también llamadas ampollas febriles), mientras que el tipo 2 (HSV-2) es el responsable de casi el 90 % de los casos de herpes genital (el otro 10 % es causado por el HSV-1).
Un infección inicial de HSV-1 podría causar fiebre, inflamación dolorosa y úlceras abiertas en las encías y en la parte interior de las mejillas, o dolor en la garganta que normalmente se desarrolla de 2 a 12 días después de la exposición a alguien con HSV-1. Las recurrencias mayormente se limitan a la presencia de úlceras bucales/ampollas febriles
Entre los síntomas de un primer episodio de herpes genitales pueden estar la sensación de picazón o ardor, dolor en las piernas, las nalgas o el área genital, secreción vaginal o una sensación de presión en la región abdominal. Dentro de unos pocos días, las úlceras (lesiones) aparecen en el lugar de la infección. Las lesiones también pueden ocurrir en el cuello uterino en las mujeres o en el pasaje urinario en los hombres. Estas pequeñas protuberancias rojas podrían convertirse en llagas o úlceras abiertas dolorosas. En el transcurso de días, las úlceras desarrollan costras y luego se curan sin dejar cicatriz. Otros síntomas que podrían acompañar al primer episodio de herpes genital pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, micción dolorosa o dificultosa, secreción vaginal y glándulas inflamadas en el área de la ingle.
Después de una infección inicial de HSV-1 o HSV-2, el virus viaja a los nervios sensoriales al final del médula espinal y se anida ahí. En la mayoría de las personas, el virus se vuelve latente (inactivo). Sin embargo, en otras, este puede reactivarse. Cuando el virus vuelve a reactivarse, este viaja a lo largo de los nervios hacia la piel, donde se multiplica sobre la superficie o cerca del lugar de las úlceras originales del herpes, causando que broten nuevas úlceras. También puede reactivarse sin causar alguna úlcera visible.
La popularidad de la L-lisina surgió de una investigación que mostraba que la lisina posee actividad antiviral en los estudios realizados en tubos de ensayo durante la década de 19602. Se descubrió que esta acción de la L-lisina se debía al bloqueo de la L-arginina, otro aminoácido. Dado que gran parte del efecto inhibidor de la L-lisina se debe a esta inhibición de la L-arginina, a fin de que el uso de suplementos con L-lisina sea efectivo para disminuir la reactivación del virus del herpes, se debe restringir el consumo de alimentos ricos en L-arginina y con bajo contenido de L-lisina.
Además de los estudios realizados en tubos de ensayo que indicaron la necesidad de esta estrategia dual, los resultados de los estudios de tipo doble ciego acerca de la efectividad de la L-lisina han mostrado que evitar los alimentos ricos en L-arginina produce resultados inconsistentes3.
Cuando se administró L-lisina a una dosis de 1 gramo tres veces al día junto con una restricción nutricional de los alimentos ricos en L-arginina y con bajo contenido de L-lisina, como las nueces y semillas, el chocolate, los cacahuates y la gelatina/colágeno, los estudios han mostrado muy buenos resultados3-6. Por ejemplo, en un estudio de tipo doble ciego realizado en personas con úlceras recurrentes, luego de seis meses de uso, la L-lisina fue calificada como efectiva o muy efectiva en el 74 %, en comparación con solo 28 % para aquellos que recibieron un placebo4. Hubo menos recurrencias, síntomas más leves y las lesiones sanaron más rápido en el grupo de la L-lisina.
También se vieron resultados positivos en un estudio clínico de largo plazo con personas que padecían de HSV-2 recurrente y que experimentaban al menos cuatro o más episodios por año6. Después del primer año, el uso de suplementos con L-lisina (500 mg por día) junto con una dieta que restringía los alimentos ricos en L-arginina y con bajo contenido de L-lisina produjo una reducción del 63 % en la cantidad de recurrencias anuales y una reducción del 49 % en el tiempo curación de las lesiones. Se hizo un seguimiento a estos mismos pacientes durante 8 años, con el protocolo de 500 mg al día de L-lisina por 30 días cada 12 meses mientras mantenían una dieta con restricción de alimentos ricos en L-arginina y con bajo contenido de L-lisina. Si las personas sentían que una recurrencia estaba empezando, inmediatamente incrementaban la dosis de L-lisina a una dosis única de 3 g al día hasta que los síntomas cedieran. Este protocolo redujo considerablemente las recurrencias y el tiempo de curación si se producía una recurrencia.
El balance final de toda la evidencia clínica es que para obtener los mejores resultados, la L-lisina debe usar usada de forma preventiva o se debe comenzar a usar tan pronto como aparezcan los síntomas (fase prodrómica) y se debe combinar con una restricción en alimentos ricos en L-arginina y con bajo contenido de L-lisina3.
La L-lisina podría desempeñar un papel en la reducción de los sentimientos de ansiedad o estrés según la evidencia científica preliminar en los estudios realizados en animales y humanos. Por ejemplo, un estudio descubrió que agregar lisina a la harina de trigo en las villas de Siria ayudó a reducir los puntajes de ansiedad y la hormona del estrés, el cortisol7.
En otro estudio clínico de tipo doble ciego realizado en Japón, el uso de un suplemento oral con L-lisina a lo largo de una semana (2.64 g por día) y L-arginina (2.64 g por día) redujo los sentimientos de estrés y ansiedad y también redujo los niveles de cortisol salival y cromogranina A (un marcador del estrés)8.
La L-lisina es necesaria para la producción de colágeno, la principal proteína de la matriz de tejido conectivo que forma los tendones, ligamentos y hueso, además del cemento intracelular que mantiene a la piel y a otros tejidos en su lugar. El uso de suplementos con L-lisina podría ayudar a potenciar la producción de colágeno9. Una preparación tópica que contenía 15 % de L-lisina ayudó a curar las heridas más rápido que un tratamiento estándar o placebo10.
La L-lisina y otros aminoácidos esenciales son fundamentales para la salud de los huesos11. La L-lisina podría ayudar a incrementar la absorción de calcio. En un estudio realizado en personas con una reducción en la densidad mineral ósea, el uso de un suplemento con calcio unido a la L-lisina aumentó considerablemente la biodisponibilidad de calcio12.
La carnitina es un compuesto similar a una vitamina que es sintetizado en el cuerpo a partir de la L-lisina. La carnitina es la responsable del transporte de los ácidos grasos de cadena larga hacia la mitocondria que produce energía dentro de las células. El uso de suplementos con L-lisina puede incrementar los niveles de carnitina en la sangre, lo que indica que la L-lisina aumentó la síntesis de carnitina13.
Referencias:
