Es fácil sentirse abrumado cuando se tiene que elegir un probiótico. Existen muchos tipos y cepas diferentes en el mercado. Y si bien nuestro conocimiento de los probióticos ha aumentado considerablemente durante la última década (se han publicado casi 20 000 reportes científicos sobre el tema en los últimos 10 años), recién estamos comenzando a comprender su grado de utilidad y sus beneficios. 

Lactobacillus acidophilus (La-14) 

¿Qué encierra un nombre?

Los cultivosprobióticos a menudo tienen tres nombres. En este ejemplo, Lactobacillus es el "género" y acidophilus es la "especie". El género es como una familia extendida (tíos, tías y primos) para las bacterias, mientras que la especie es la familia directa (padres, hermanos). La denominación La-14 representa la identidad única o la cepa de esa bacteria.

Los probióticos vienen en cápsulas, comprimidos masticables, polvos y en algunos casos en geles gomosos. Se consideran seguros para todas las edades y para cualquier persona con un sistema inmunológico que funcione saludablemente. Aquellas personas que presentan un sistema inmunológico comprometido deberían consultar con su médico antes de tomar un probiótico. Por mi parte, prefiero las fórmulas en las que la refrigeración es opcional, ya que probablemente sean más estables.

Usualmente, la dosis mínima para niños y adultos es 5 mil millones de UFC (unidades formadoras de colonias). Los adolescentes y adultos pueden tomar hasta 100 mil millones de UFC una o dos veces por día. En total, se estima que la mayoría de las personas tienen entre 40 y 50 billones de bacterias en su organismo, principalmente en el intestino. Esto es más de los 30 billones de células humanas que se calcula que existen en el organismo. 

Típicamente, los probióticos son considerados y usados para lo siguiente:

  • Ayudar a calmar los problemas digestivos 
  • Ayudar a aliviar el cólico infantil
  • Control del síndrome del intestino irritable
  • Control de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerativa
  • Prevenir las infecciones del tracto urinario
  • Prevenir la candidiasis (infecciones por levaduras)

Sin embargo, los estudios están mostrando que los probióticos también pueden ser útiles para otras afecciones.

Acné

Si hay un problema de salud que aqueja a los adolescentes y a los adultos jóvenes más que ningún otro, esa afección es el acné. Los brotes de acné son causados por el exceso de sebo (una secreción aceitosa producida por las glándulas sebáceas de la piel) y por las células cutáneas muertas que bloquean los folículos pilosos, y a menudo aparecen en el rostro, pero también pueden presentarse en el cuello, la espalda, el pecho y los hombros. 

Se sospecha que aquellos que sufren de acné tienen un microbioma intestinal alterado, lo que al parecer afecta la salud del cutis (en un artículo anterior se han analizado losmétodos naturales para combatir el acné). Un estudio del año 2018 mostró que aquellas personas con problemas de acné tenían menores niveles de bacterias firmicutes en su intestino, pero niveles más altos de bacteroides. El restablecimiento del equilibrio intestinal puede ser un paso importante para tratar el acné. 

De acuerdo con los estudios, las bacterias intestinales que se reducen de manera más significativa en aquellos que sufren de acné son las especies de bacterias conocidas como clostridios, lachnospiraceae y ruminococcaceae, que se cree que son bacterias beneficiosas. Los investigadores concluyeron que los pacientes con acné común tenían disbiosis de la microbiota intestinal, o un desequilibrio. 

De acuerdo con un estudio del año 2018, aquellas personas con acné tenían menores niveles de las siguientes bacterias en su intestino: Bifidobacterium, Butyricicoccus, Coprobacillus, Lactobacillus, y Allobaculum. Consumir una dieta saludable y tomar una fórmula probiótica integral favorece la salud del intestino y podría ayudar a aquellas personas que sufren de acné. 

Ansiedad

La ansiedad afecta a millones de personas en todo el mundo. Puede presentarse de distintas formas con síntomas y grados de intensidad variables. No es raro que los pacientes acudan a una sala de emergencias por estar experimentando dolor de pecho, jaquecas, dolor abdominal o incluso palpitaciones cardíacas solo para descubrir que están padeciendo síntomas de ansiedad. A lo largo de mi carrera, he tratado a cientos de pacientes que pensaban que tenían un ataque cardíaco, pero, a fin de cuentas, las pruebas mostraban que sus corazones estaban bien y que la causa era la ansiedad. 

Muchas personas optan por usar medicamentos recetados para ayudar a controlar la ansiedad crónica o, posiblemente, para ayudar a superar un ataque de ansiedad agudo. Los medicamentos recetados, si bien son útiles, no siempre son la respuesta y deberían ser usados con extrema cautela (y solo bajo la supervisión continua de un médico). 

Un estudio del año 2011 mostró los beneficios del Bifidobacterium longum para controlar los síntomas de ansiedad. De manera similar, un estudio del año 2016 publicado en Nutrition Research mostró los beneficios psicológicos de los probióticos en aquellas personas con síntomas de ansiedad y depresión. Un estudio posterior del año 2017 concluyó que el consumo de probióticos podría tener un "efecto positivo sobre los síntomas psicológicos de la depresión, la ansiedad y el estrés percibido en los voluntarios humanos saludables".

Sin embargo, un estudio del año 2018 mostró resultados menos prometedores. Los investigadores descubrieron que “la evidencia para la eficacia de los probióticos en el alivio de la ansiedad, según lo presentado en los ensayos clínicos aleatorizados que se han publicado hasta la fecha, es insuficiente. Se necesita obtener más pruebas fiables de los ensayos clínicos antes de proponer que se fomente el uso de probióticos para aliviar la ansiedad”.

A aquellas personas que sufren de ansiedad habitualmente se les recomienda que consuman una dieta saludable, realicen ejercicios con regularidad y que usen unprobiótico 

Estreñimiento 

El estreñimiento (las evacuaciones intestinales poco frecuentes o la dificultad para defecar) es un problema médico común que afecta hasta al 20 por ciento de la población. Esta afección, usualmente definida como tener menos de tres evacuaciones intestinales por semana, se considera crónica si persiste por más de dos semanas. A menudo, la persona que sufre de estreñimiento terminará en la sala de emergencias debido al dolor y las molestias severas. 

Si bien el estreñimiento es común, este no debería ser ignorado. Siempre se debería buscar la causa de fondo, especialmente si los síntomas no mejoran luego de unas cuantas semanas de autotratamiento. Es importante que consulte con su médico para asegurarse de que no exista un problema de salud subyacente que esté contribuyendo a este hecho.

Un estudio del año 2014 publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition evaluó a adultos con estreñimiento. Este metanálisis incluyó a 1182 pacientes y reveló que los probióticos reducían el tiempo de tránsito intestinal en 12 horas e incrementaban la frecuencia de las deposiciones en 1.3 evacuaciones intestinales por semana. En concreto, la cepa Bifidobacterium lactis incrementó las evacuaciones intestinales en hasta 2.5 veces por semana. 

Un estudio del año 2017 realizado en China mostró que los probióticos incrementaban la frecuencia de las deposiciones y tenían efectos beneficiosos en los niños. Las principales cepas usadas fueron Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus casei.

Diarrea

La diarrea es común en aquellas personas que padecen síndrome del intestino irritable (SII) y también es un efecto secundario común que se observa en aquellos que usan antibióticos. He tenido pacientes que han reportado hasta 10 evacuaciones intestinales en un período de 24 horas como algo normal para ellos. Durante estos episodios, es poco probable que la persona absorba los nutrientes requeridos para mantener la mente y el cuerpo saludables. Es esencial llegar a la causa de fondo de la diarrea para evitar problemas de salud adicionales y posiblemente graves. 

La diarrea tras al uso de antibióticos a menudo es causada por el crecimiento excesivo de un patógeno llamado Clostridium difficile. Si no se trata, puede ser potencialmente mortal. Las complicaciones ocurren cuando las bacterias saludables son eliminadas por el antibiótico, permitiendo el crecimiento excesivo de las bacterias dañinas. 

Un estudio del año 2017 publicado en Cochrane Review descubrió que los probióticos eran beneficiosos para el tratamiento de la diarrea. Los investigadores analizaron 39 estudios que, en total, incluían a 9955 participantes y descubrieron que el uso de probióticos ayudó a reducir el riesgo de padecer diarrea por Clostridium difficile. Los científicos concluyeron lo siguiente: "El uso de probióticos por períodos breves parece ser seguro y efectivo cuando se utiliza junto con antibióticos en pacientes inmunodeficientes o severamente debilitados". Aquellos que están gravemente enfermos deberían consultar con su médico antes de consumirlos. 

Un estudio del año 2019 publicado en la revista Journal of Digestive Diseases evaluó 10 ensayos controlados aleatorizados, que incluían a 6634 pacientes. Los investigadores descubrieron que las cepas probióticas de los lactobacilos eran buenas para prevenir la diarrea por Clostridium difficile (DCD) y la diarrea por antibióticos (DA).

Sin embargo, no todas las causas de diarrea son bacterianas pues algunas veces tienen origen viral. Por ejemplo, el rotavirus es una causa común de la diarrea pediátrica viral, o gastroenteritis. Sin tratamiento, puede provocar deshidratación severa e incluso la muerte. 

Un estudio del año 2002 mostró que en “... los niños de las guarderías con gastroenteritis leve, la combinación de Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus reuteri fue efectiva para reducir la duración de la diarrea”. En otras palabras, el uso de suplementos probióticos en niños puede ayudar a mitigar los efectos de la diarrea causada por un virus. 

Un estudio del año 2019 evaluó a 80 niños con diarrea acuosa (a una mitad se le administró un suplemento probiótico mientras que al resto se le administró un placebo). Los niños, cuyo promedio de edad era de 24 meses, fueron monitoreados por cinco días. Al final del estudio, se concluyó que los probióticos fueron "considerablemente más efectivos" en la reducción de la frecuencia de la diarrea que el placebo. 

Al parecer, tanto niños como adultos se benefician de la suplementación con probióticos 

Depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por los sentimientos de tristeza y pérdida del placer por la vida. Se puede volver tan severa que puede llevar al aislamiento social, al abuso de sustancias y, en algunos casos, incluso al suicido. A nivel mundial, millones de personas se ven afectadas por la depresión (le puede pasar a cualquier persona, a cualquier edad, o de cualquier entorno social y económico). Asegurarse de tener una dieta y un estilo de vida saludables, que a larga favorezcan al microbioma intestinal, es un paso importante para controlar el problema.

Un estudio del año 2016 en la revista Nutrients descubrió que los probióticos estaban asociados con la reducción de los síntomas de depresión. Las cepas usadas incluyen a los lactobacilos y a las bifidobacterias. Un estudio poblacional transversal del año 2017 evaluó a pacientes que consumían alimentos o suplementos probióticos. Los resultados no mostraron que el consumo de probióticos esté asociado con un menor riesgo de sufrir depresión. Sin embargo, el estudio tuvo serias limitaciones. 

Por último, un estudio del año 2019 publicado en la revista Nutritional Neuroscience analizó a los probióticos y sus efectos sobre la ansiedad y la depresión. Seis de los 12 estudios evaluados mostraron que los probióticos podrían reducir los síntomas de depresión. Dos de los 12 estudios mostraron una reducción en los síntomas de ansiedad. No se observaron efectos negativos. 

Muchas de las personas con depresión toman un probiótico, que puede ser consumido de forma segura junto con medicamentos antidepresivos para ayudar con los síntomas. 

Eczema

El eczema es una enfermedad que afecta a la piel. Aquellos que lo padecen desarrollarán manchas rojas en la piel con picazón y grietas, usualmente en sus brazos o detrás de las rodillas. Otras áreas también pueden verse afectadas. 

Un estudio del año 2013 mostró que los niños menores de 2 años que consumía suplementos con lactobacilos y bifidobacterias presentaban una menor incidencia de eczema en comparación con aquellos a los que no se les daba probióticos. 

Un estudio del año 2019 evaluó a 280 niños sin historial de eczema. El promedio de edad al comienzo del estudio era de 10 meses. El estudio fue un ensayo controlado de tipo doble ciego; a la mitad de los niños (144) se les administró una mezcla probiótica diaria de Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium. A la otra mitad (146 niños) se le administró una píldora de placebo. El estudio duró seis meses. Al final del estudio, al 4.2 % de los niños del grupo que consumió probióticos se le diagnosticó eczema, mientras que el 11.5 % de los que tomaron el placebo habían desarrollado eczema. ¡Este estudio mostró que los probióticos podrían ayudar a prevenir el eczema desde el comienzo! Para niños tan pequeños, es más fácil administrarlesprobióticos en gotas.

De manera similar, un estudio del año 2019 evaluó a mujeres embarazadas y el riesgo de eczema en los hijos. En total, se analizaron 18 ensayos controlados aleatorizados, que incluían a 4356 mujeres embarazadas. Los resultados no mostraron efectos secundarios negativos. Las mujeres que tomaron los probióticos fueron un 72 por ciento menos propensas a tener hijos con síntomas de eczema, en comparación con aquellas mujeres que tomaron el placebo. 

Los probióticos son considerados seguros tanto para mujeres como para niños por igual. Sin embargo, si está embarazada, siempre debe consultar con su médico antes de usarlos. 

Insomnio

Se dice que el insomnio está presente cuando uno tiene problemas para dormir o para mantenerse dormido. Por lo general, muchas personas toman melatonina para ayudar a restablecer el ritmo circadiano. Cuando eso no funciona, a menudo se busca un medicamento recetado. Sin embargo, para muchos, los efectos secundarios y el riesgo de adicción son un problema. Restablecer el equilibrio del microbioma intestinal puede ser beneficioso para dormir bien por la noche, probablemente debido al efecto positivo sobre el llamado eje cerebro-intestinal. Esto también podría explicar por qué ciertos tés, que actúan como prebióticos, pueden ayudar a que uno descanse cómodamente. 

Un estudio del año 2019 publicado en la revista Nutrients mostró que el Lactobacillus fermentum podrían servir para mejorar el sueño. El estudio evaluó a ratones y descubrió que esta cepa probiótica ayudaba a mejorar el sueño al incrementar la expresión del gen que produce el receptor de adenosina 1 en el hipotálamo de los ratones. 

Asimismo, un estudio del año 2019 mostró que las cepas de Lactobacillus brevis podrían tener efectos benéficos sobre el insomnio y los trastornos del ritmo circadiano. Si bien necesitamos más estudios para ayudar a afianzar las pruebas, no se encontraron indicios de daño.

Control del peso 

El sobrepeso (IMC 25-30) y la obesidad (IMC >30) son amenazas emergentes para la salud que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer, diabetes, cardiopatías, apoplejías, trastornos del sueño y más. Se estima que una de cada tres personas en el mundo será clínicamente obesa durante los próximos 20 años si la tendencia actual continúa. 

Los hábitos alimenticios y de ejercicio tienen un papel fundamental tanto en la prevención de la obesidad como en su desarrollo. Sin embargo, ahora los científicos se están dando cuenta que una de las razones por las que la obesidad puede estar volviéndose más frecuente es que el microbioma intestinal humano está siendo alterado por nuestro suministro de alimentos, los aditivos y los químicos. Un cambio en la diversidad bacteriana del intestino de la persona parece ser un factor que contribuye al aumento de peso. 

Los estudios sobre la obesidad y el microbioma intestinal han mostrado que aquellas personas con sobrepeso u obesidad y que presentan resistencia a la insulina tienen una variedad de bacterias intestinales diferente a la de las personas delgadas y sin riesgo de sufrir diabetes. 

Al parecer, el intestino funciona como un órgano metabólico único, quemando una cierta cantidad de calorías (kilocalorías) dependiendo de la diversidad bacteriana.

Un estudio del año 2014 mostró que la bacteria Lactobacillus rhamnosus sumada a las bacterias Bifidobacterium podrían reducir la adiposidad y el peso corporal, y evitar el aumento de peso. Estas son cepas comunes halladas en la mayoría de los suplementos probióticos . De manera similar, un estudio del año 2019 mostró que el Lactobacillus rhamnosus tiene un efecto antiobesidad en los ratones, que se produce al regular las bacterias intestinales y reducir la inflamación. Actualmente se están realizando más estudios para ayudarnos a establecer un plan de tratamiento útil usando probióticos.

Salud urinaria

Las infecciones del tracto urinario, o ITU como se denominan comúnmente, son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Solo en Estados Unidos, más de 500 000 personas son internadas en el hospital cada año debido a problemas causados por infecciones en el tracto urinario. 

El problema más común causado por las infecciones urinarias es la contaminación bacteriana de la sangre. Se estima que una de cada 10 mujeres han tenido una infección urinaria en los últimos 12 meses. Asimismo, se estima que una de cada dos mujeres desarrollará al menos una infección del tracto urinario durante su vida. 

Algunos estudios muestran que aquellos que toman probióticos de forma oral con regularidad pueden reducir su riesgo de sufrir infecciones del tracto urinario recurrentes. Un estudio del año 2011 realizado en mujeres que usaban suplementos probióticos para el refuerzo vaginal mostró beneficios en la prevención de las infecciones del tracto urinario. Un estudio del año 2013 reveló que los lactobacilos administrados por vía oral podrían prevenir las infecciones del tracto urinario. Sin embargo, otros estudios no han respaldado estos hallazgos. 

No hubo evidencia de daño. Al menos se debería considerar el uso de probióticos si la persona está tomando antibióticos por una infección en la vejiga, ya que esto podría evitar que se produzca un episodio severo de diarrea. Asimismo, un estudio del año 2017 mostró que la cepa de levadura probiótica Saccharomyces boulardii podría ayudar a prevenir las infecciones vaginales por levaduras en aquellas personas que han completado un tratamiento a base de antibióticos.

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