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Por Dra. Nicole Craven, doctora en medicina
El término "desintoxicar" puede conllevar varios significados, como, por ejemplo, el de eliminación de drogas adictivas del cuerpo. Sin embargo, en la medicina preventiva, por lo general se refiere a la desintoxicación metabólica. Se denomina desintoxicación metabólica al proceso esencial y constante de eliminación de sustancias químicas y desperdicios del cuerpo. Nuestro hígado, riñones, piel y sistema linfático se mantienen trabajando arduamente, desintoxicando nuestros cuerpos de la plétora de toxinas que encontramos.
Nos mantenemos más saludables si nuestro sistema de desintoxicación funciona bien y nuestra carga química permanece baja. Las opciones de vida convenientes en un mundo modernizado han incrementado drásticamente el volumen de carga tóxica que enfrentamos a diario. Afortunadamente, muchas medidas efectivas de estilo de vida, alimentación y suplementos pueden ayudar a que el cuerpo se desintoxique de forma más eficiente y rápida.
Si bien durante la mayor parte de la historia los seres vivos han estado expuestos a un nivel bajo de toxinas en el ambiente, el nivel de exposición a las sustancias químicas que nos rodean ha crecido exponencialmente y causa preocupación para nuestra salud. Mientras más moderno sea nuestro estilo de vida, mayor será la probabilidad de entrar en contacto con una serie de toxinas, incluyendo pesticidas, herbicidas, compuestos orgánicos volátiles, preservantes, retardantes de llamas (en las ropas o muebles), plásticos como pftalatos y bisfenol A (BPA), metales pesados (como mercurio) y muchos otros.
A pesar de la increíble capacidad de una madre embarazada de brindar nutrición a un bebé en formación, ella no puede protegerlo completamente de las muchas exposiciones a sustancias químicas que enfrentamos hoy. Un estudio realizado en madres embarazadas mostró que más de 280 sustancias químicas del ambiente viajan a través de la placenta hasta el feto. Esto demuestra la magnitud de nuestra carga tóxica incluso antes de que pongamos los pies sobre el suelo y la importancia de la desintoxicación regular.1
Si echa un vistazo a las culturas más antiguas, notará que estas realizaban rituales con regularidad, los cuales incluían prácticas periódicas de desintoxicación como el uso de cabañas de sudoración de los nativos americanos y el consumo de remedios a base de hierbas. "Los hombres de la medicina" a menudo trataban enfermedades con varios brebajes que hacían que los sujetos evacuaran o sudaran. Estos antiguos rituales ayudaban a incrementar el flujo de sangre, el flujo linfático, la digestión y la micción a fin de eliminar los desechos y poder sanar.
La ciencia correlaciona directamente la carga tóxica metabólica con el aumento del estrés oxidativo. Un mayor estrés oxidativo nos predispone a padecer envejecimiento prematuro, inflamación y enfermedades crónicas (a mayor cantidad de sustancias químicas en nuestro sistema, mayor será la probabilidad de que envejezcamos prematuramente y que desarrollemos enfermedades crónicas).
Se ha demostrado que muchas toxinas de la "era moderna" —abundantes en el agua, los alimentos y los empaques de alimentos— alteran la función endocrina (fertilidad, función tiroidea). Las sustancias químicas comunes como plásticos y pesticidas son alteradores endocrinos o EDC (por sus siglas en inglés) y generan una mayor prevalencia de los desequilibrios hormonales en nuestros jóvenes, como pubertad precoz y desarrollo anormal de los genitales2.
Su hígado, junto con sus riñones, piel y sistema linfático son los principales órganos que participan en la desintoxicación de todo el cuerpo. La desintoxicación comprende una serie de eventos. Una molécula tóxica que ingresa al cuerpo casi siempre es derivada al hígado para su procesamiento, el órgano madre para la desintoxicación metabólica. Una vez que la molécula ha sido procesada en el hígado, este la devuelve a circulación para que sea eliminada a través de los riñones.
En simultáneo, nuestra piel (el mayor órgano de desintoxicación) elimina un promedio de dos libras (900 gramos) de toxinas por día desde la sangre a través de la transpiración. Esto presenta un hecho fascinante considerando que muchos evitan cualquier forma de sudoración en vez de aprovechar este proceso para la salud óptima.
El sistema linfático, que a menudo es pasado por alto, tiene la función principal de eliminar los desechos del cuerpo, llevar nutrientes a las células y albergar gran parte de nuestro sistema inmunitario. Este está formado por un amplio sistema de canales y nodos que recorren todo el cuerpo recogiendo desechos celulares.
Como puede ver, nuestro complejo sistema de desintoxicación debería ser respetado y reforzado.
Los sedantes, estimulantes, la nicotina, el alcohol y muchos medicamentos de venta libre para el dolor (como acetaminofeno e ibuprofeno) son metabolizados a través del hígado o los riñones y, cuando se usan en exceso, ralentizan el sistema del que dependemos para nuestra protección.
Obtener una cantidad adecuada de agua a lo largo del día ayuda al flujo sanguíneo, al flujo linfático y a nuestra capacidad de sudar. El agua con limón y una pizca de sal marina o electrolitos añadidos puede desintoxicar aún más. El limón y la sal ayudan a nuestras células a absorber y utilizar el agua que necesitamos.
Los productos provenientes de animales criados en un entorno artificial nos exponen a las hormonas sintéticas y antibióticos que reciben y a los pesticidas que consumen. Todos estos pueden ser hallados en nuestra sangre después de comer estas carnes y productos lácteos.
Setenta y cinco por ciento de alimentos que se venden en las tiendas contienen residuos de glifosato. Las cosechas permanecen modificadas genéticamente de forma deliberada para ser resistentes a este pesticida. Si bien este pesticida es práctico para matar insectos, también genera alimentos transgénicos y llenos de pesticida. El glifosato ha sido prohibido en muchos países, pero aún no en EE. UU. La exposición al glifosato ha sido vinculada con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer e infertilidad además de enfermedades neuromusculares y autoinmunes.
Considere consumir vegetales crucíferos a diario —aquellos que liberan un muy singular olor a azufre cuando se cocinan—, como el brócoli, la coliflor, la col berza, la col de Bruselas, la rúcula, el bok choy, el repollo y las cebollas. Cada uno de estos, cuando son digeridos, contienen compuestos secundarios que regulan al alza las enzimas hepáticas para mejorar el metabolismo.3
Algunas personas consideran que les cuesta comer estos alimentos debido al olor o amargor. Pero, estos suelen ser muy diferentes dependiendo de cómo los sazone o cocine. Una vez que estas plantas de colores brillantes liberan su olor a azufre en las etapas más tempranas de la cocción, se vuelven más dulces. Al agregar mantequilla proveniente de vacunos alimentados con pasto y algo de hierbas y especias puede hacer que sean deliciosos.
Por ejemplo, ¿ha probado coles de Bruselas cortadas en cubitos, bañadas en aceite de aguacate y tostadas lentamente en el horno con tocino, sal y glaseado balsámico dulce? Anímese a preparar esta suntuosa fiesta agridulce para el paladar.
Otros alimentos que han demostrado que ayudan a la desintoxicación metabólica incluyen a las remolachas, el ajo, el jengibre, las bayas, la soja orgánica, y especias como la pimienta de Cayena y la cúrcuma4. La raíz de jengibre tiene el beneficio adicional de reducir la repuesta inflamatoria y ayudar a la digestión, mientras que la pimienta de Cayena también estimula la circulación.
El movimiento sigue siendo una de las cosas más potentes que podemos hacer por nuestra salud. El incrementar su frecuencia cardíaca no solo ayuda a que su sangre lleve oxígeno al cerebro, sino que además facilita el transporte de los glóbulos blancos para que combatan las infecciones además de eliminar la carga de toxicidad en nuestros cuerpos.
Si se ejercita lo suficiente como para sudar, entonces obtiene la desintoxicación adicional de la piel. El ejercicio puede ayudarle a alcanzar el equilibrio mental y emocional, reducir su riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer, disminuir la acumulación de toxinas en su cuerpo y ayudar a que su piel brille.
Ante todo, lasudoración saca las toxinas de su cuerpo a través de la piel. Entonces, deberíamos promover una buena sudoración diaria. Algunas buenas opciones incluyen una visita al sauna, a los baños turcos o tomar un baño caliente. Asegúrese de mantenerse saludable e hidratado y de contar con el visto bueno de un médico antes de usar los saunas o los baños turcos, ya que el calor intenso puede generar estrés sobre el cuerpo cuando no se está bien.
Muchas hierbas y otros compuestos en la naturaleza pueden ayudar a multiplicar la desintoxicación por diez y seguir siendo seguros con orientación médica.
Los suplementos de desintoxicación trabajan reforzando una o más de las seis fases bioquímicas de la desintoxicación: acetilación, conjugación con aminoácidos, glucuronidación, conjugación con glutatión, metilación y sulfitación. Estos son algunos de los suplementos clave que refuerzan estas fases:
Puede encontrar el cardo lechoso o el diente de león en forma de cápsula o té, y el glutatión o la NAC casi siempre en forma de cápsulas para contener su olor a huevos cocidos. Muchas personas toman estas ayudas para la desintoxicación por consejo de sus profesionales de la salud durante una a seis semanas con un plan alimenticio detallado para promover la desintoxicación.
Estos regímenes a menudo pueden ser repetidos a lo largo del año. Debe se cuidadoso y permitir que un médico lo oriente, ya que las medidas rápidas de desintoxicación pueden ser perjudiciales o generar efectos secundarios innecesarios (dolores en el cuerpo, jaquecas y fatiga).
En general, el adoptar hábitos alimenticios limpios, la sudoración y el movimiento regular ayudan a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo. La desintoxicación puede ser mejorada efectivamente con un régimen de eliminación de toxinas más intenso (supervisión médica) incluyendo suplementos para desintoxicación, un plan alimenticio purificador y una rutina estratégica de movimiento.
Referencias:
